Stollen, para paliar la distancia






La receta del stollen, pan dulce alemán, es muy larga para un post de instagram, así que aquí se las comparto.

Tanta pandemia, tanta cuarentena... Tantos meses sin ver a mí madre, sin poder visitar...
Llegan las fiestas, el fin de año y a uno le da por buscar lo que lo reconforta.

El stollen de mamá, de la abuela, la bisabuela, son de las cosas que pasaban casi todas las navidades en Arroyo de los Patos, Traslasierra, en la casa mis abuelos maternos. (Si, aunque hiciera 40°c, lo cocinabamos y lo comíamos igual... A veces durante todo el verano... Y en Julio cuando hacía el frío acorde a esa bomba, quizá, hacíamos uno.) 

Este año me toca hacerlo a mí, para agradecer la vida, lo aprendido, y que prueben un poco mis hijos, lo rica que es una buena rodaja de stollen.
Suelen cortarse finas, ya que son muy contundentes...
Los adultos la pueden acompañar con una copa de vino especiado.
Como para entrar en calor...
Cuando era chica yo comía en el calor de fin de año mís rodajas de stollen con un buen vaso de leche fría... Y era delicioso.
Pero después entre el calor y el stollen con la leche fría no podía hacer mucho más... 
A esa merienda le seguía alguna actividad que no tuviera que ver con movimientos físicos... Horas después si, tenía toda la energía del mundo... 

El stollen lleva muchas horas de preparación, mí madre empezaba al atardecer, y continuaba la mañana siguiente...  se hace unas semanas antes de Navidad, para que madure... La masa se asiente, los gases de la fermentación hagan su trabajo, y los sabores se distribuyan.

En éste Link les dejo la receta del auténtico stollen, es tal cual como la que trajo la bisabuela Else, desde Eibenstock, Sajonia, el sur de Alemania. 
El que saboree muchos años en Traslasierra, y ahora disfrutaré en Córdoba Capital. 







 

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